Porto Alegre, Brasil: Nuestro País És El Mundo

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La broma de mal gusto que es el movimiento “O Sul é Meu País” (El Sur Es Mi País) realizó una vez más una supuesta “consulta popular” (de la cual en realidad sólo participan los propios separatistas) en algunas ciudades de los estados que componen su sueño de nuevo país.

Hoy hemos estirado un lienzo en una concurrida avenida de Porto Alegre con las palabras “O Mundo é Meu País!” (!El Mundo es Mi País!). Queremos recordar a todas las peesonas que ningún país, nuevo o antiguo, será la solucción de nuestros problemas o nos dará la libertad que queremos! Por el contrario, más fronteras restringen aún más la libertad de las personas. Principalmente en un país fundado en base a nociones bairriales y eurocéntricas.

Los separatistas argumentan que no es posible identificar lo que de hecho une culturalmente las persona nacidas en Brasil. No podemos dejar de estar de acuerdo. ¡Pero eso porque todas las naciones son abstracciones! Las fronteras no son más do que separaciones  arbitrarias, basadas en semejanzas superficiales o inventadas y que ignoran a los pueblos originarios, como el pueblo Guarani que habita la región de los tres estados, pero también otras partes de Brasil y también de Paraguay y Argentina. Naciones nacen motivadas por migraciones forzadas, genocidios y limpieza étnica. Una nación, pequeña que sea, es una abstracción que no nos sirve de nada. Y en este caso, aún peor, pues es racista al basarse en una ancestralidad europea.

Esas fronteras recién inventadas permiten pintar como enemigo quien está del lado de allá de la línea, y así controlar a todxs nosotrxs aún más (y mandarnos para guerras infundadas). En el caso del movimiento “O Sul é Meu País” (El Sur Es Mi País) se crea ese enemigo al colocar los estados del sur como explotados por los estados más al norte. Llegan al punto de decir que los estados del sur son como una colonia del resto del país. Esa visión míope genera un chivoe expiatorio y ofusca a los reales responsables de la escasez y la crisis.

Capitalizando en la cresciente repulsa a la política partidista, el movimiento se equilibra en una cuerda floja al declararse apartidario, buscando parecer neutro. A pesar de eso, sus liderazgos no logra ocultar sus tendencias neoliberales y de derecha, bordeando el fascismo. De hecho, la independencia del sur es incluso una pauta de movimientos neonazis.

Los defensores de la separación de los tres estados del sul afirman que “Brasília no nos representa”, pero quieren substituirla por otro gobierno que, como todo gobierno, es una hierramienta para controlar y oprimir a la población. Si, Brasília no nos representa, pero Piratini (capital de ese nuevo país) también no nos representa. Nadie nos representa ¡Somosingovernables!

¡Ningún país más! Por l fin de TODAS las fronteras!

via insurrectionnewsworldwide.com